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Noticia

Vitamina D: cómo evitar su déficit durante los meses de poca luz solar

10/02/2025 - 12:07

Durante los meses de invierno, la falta de exposición solar puede reducir los niveles de vitamina D en el organismo, afectando a la salud de los huesos y aumentando el riesgo de fracturas y osteoporosis.

vitamina D

La vitamina D es esencial para nuestro organismo, puesto que facilita la absorción del calcio y el fósforo, minerales imprescindibles para mantener la densidad y resistencia de los huesos. Aunque el cuerpo puede sintetizar esta vitamina mediante exposición solar, durante los meses de otoño e invierno esta producción se reduce considerablemente debido a la menor intensidad de los rayos ultravioleta. Esta situación puede dar lugar a una carencia de vitamina D, especialmente en colectivos más vulnerables, como la gente mayor, personas con poca exposición al exterior o con determinadas enfermedades.

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¿Por qué es tan importante la vitamina D?

Más allá de su función fundamental en la salud ósea, la vitamina D también desempeña un papel clave en el sistema inmunitario y muscular. Un déficit de esta vitamina puede derivar en problemas como:

  • Pérdida de densidad ósea. La carencia de vitamina D puede provocar osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas.
  • Dolor muscular y debilidad. La insuficiencia de vitamina D puede estar relacionada con dolores musculares crónicos y menor capacidad de recuperación.
  • Sistema inmunitario debilitado. Algunos estudios apuntan a que bajos niveles de vitamina D pueden aumentar la susceptibilidad a infecciones respiratorias.

Los factores de riesgo del déficit de vitamina D pueden ser varios. Entre los más frecuentes, se encuentra la exposición solar insuficiente, ya que vivir en zonas con poca luz solar en invierno, pasar mucho tiempo en espacios cerrados o utilizar protección solar en exceso puede dificultar la producción de vitamina D. También la edad avanzada puede ser una causa de los escasos valores porque, con los años, la piel pierde capacidad para sintetizar esta vitamina. Más aún, un consumo insuficiente de alimentos ricos en vitamina D, como el pescado azul, los huevos o los lácteos enriquecidos, puede contribuir al déficit. Por último, cabe destacar que determinados problemas de salud como la obesidad, insuficiencia renal o trastornos intestinales pueden interferir en la absorción y metabolismo de la vitamina D.

¿Cómo mantener unos buenos niveles de vitamina D?

Para evitar el déficit de vitamina D durante los meses de menor radiación solar, se pueden seguir algunas recomendaciones:

  1. Aprovechar al máximo la luz solar. Aunque en invierno el sol sea menos intenso, aprovechar las horas centrales del día para exponerse al aire libre puede ayudar a mantener la producción de vitamina D.
  2. Incorporar alimentos ricos en vitamina D en la dieta. El salmón, el atún, las sardinas, la yema de huevo y los lácteos enriquecidos son buenas fuentes naturales.
  3. Suplementación en casos necesarios. Si se detecta un déficit importante, el médico puede recomendar suplementos de vitamina D para evitar riesgos para la salud.
  4. Consultar a un especialista. Si aparecen síntomas como cansancio persistente, dolor óseo o muscular, vale la pena realizar un análisis para comprobar los niveles de vitamina D.

Para cualquier duda sobre la salud ósea o el déficit de vitamina D, las personas aseguradas cuentan con el equipo de profesionales de Assistència Sanitària, que ofrecen diagnóstico y tratamiento personalizado para mantener el bienestar en cada etapa de la vida. No dudes en solicitar cita para una revisión y asegurarte de que tus niveles de vitamina D están dentro de los valores recomendados.