Llega el verano y con él las esperadas vacaciones, tiempo destinado a desconectar del día a día y recargar las pilas. Sin embargo, en los últimos años ha emergido una nueva tendencia que convierte este período en otra fuente de estrés: el turismo frenético. Este tipo de turismo, que llena la agenda de actividades sin dar tiempo a parar y disfrutar, se está convirtiendo en una práctica cada vez más común.
¿Qué es el turismo frenético?
El turismo frenético se caracteriza por una planificación excesiva y una agenda cargada de actividades, experiencias y visitas turísticas. Esta modalidad de viajar, lejos de proporcionar descanso y relajación, crea un intenso ritmo de vida que a menudo resulta más estresante que la rutina diaria. Así, las vacaciones se convierten en una carrera contra el tiempo para ver y hacer lo máximo posible, a menudo con el objetivo de compartirlo en las redes sociales.
Son ejemplo de ello las largas esperas para conseguir una fotografía en lugares emblemáticos, los problemas para acceder a recintos sin prerreserva con meses de antelación o las aglomeraciones en eventos populares. Estas rutinas dejan poco espacio para disfrutar del momento y con frecuencia acaban generando un estrés significativo.
Relación con la salud mental
Este fenómeno está estrechamente ligado al miedo a perderse algo, conocido como FOMO (del inglés fear of missing out), y la necesidad de mostrar una vida llena de actividades y logros en las redes sociales. Este comportamiento no solo afecta a la calidad de las vacaciones, sino que también puede tener repercusiones graves en la salud mental. El estrés continuado, la frustración por no poder cumplir con las expectativas autoimpuestas y la falta de descanso real pueden conducir a ansiedad y otros trastornos relacionados con el estrés.
La desconexión no es posible porque la sociedad occidental vive en un bucle de querer tenerlo todo controlado, también la planificación de las vacaciones. Paradójicamente, cuanto mayor es el control, más estrés se genera. Esto impide gozar del proceso y hace que las personas se centren solo en el resultado final, que a menudo se traduce en una publicación en las redes sociales para demostrar el éxito a los demás.
Perfil del turista frenético
Aunque en el pasado este tipo de turismo se relacionaba principalmente con los turistas asiáticos y su hábito de tomar fotografías, especialmente los japoneses, hoy en día es una práctica extendida entre todo tipo de población. Los mileniales, por ejemplo, son un grupo especialmente propenso a este comportamiento debido a su fuerte presencia en las redes sociales y la necesidad constante de compartir sus experiencias.
¿Cómo evitar el turismo frenético?
La clave para disfrutar realmente de las vacaciones es aprender a desconectar y permitirse momentos de descanso. Estos son algunos consejos para conseguirlo:
- Planifica menos. Reduce el número de actividades programadas y deja espacio a la improvisación. Dedica tiempo a descansar y disfrutar del momento sin prisas. Prueba el slow travel.
- Desconecta de las redes sociales. Limita el uso de las redes sociales en vacaciones para evitar la presión de compartir cada momento. Esto te ayudará a centrarte más en la experiencia que en la apariencia.
- Escucha tu cuerpo. Si sientes cansancio, permítete descansar. No te sientas culpable por tomarte un día de relajación total.
- Disfruta del proceso. Valora cada momento del viaje, desde el trayecto hasta las pequeñas cosas que puedes descubrir en el día a día.
- Planifica la vuelta. Organiza la vuelta con tiempo para evitar el estrés de última hora y permitirte una transición suave a la rutina.
Las vacaciones deberían ser una oportunidad para recuperar la energía y desconectar de la vida cotidiana. Si conseguimos alejarnos del turismo frenético y adoptar un ritmo más pausado, podremos gozar plenamente de nuestras vacaciones y volver realmente revitalizados. En Assistència Sanitària, estamos comprometidos con tu bienestar y esperamos que estos consejos te ayuden a disfrutar de un verano relajante y saludable.
