Con la llegada de los meses fríos, tendemos a disminuir la actividad física, prefiriendo quedarnos en casa más horas. Sin embargo, esta reducción del movimiento tiene un coste en nuestra salud: la inactividad puede contribuir a la aparición o agravamiento de varios problemas médicos como la obesidad, la diabetes tipo 2, la artrosis o el colesterol alto. Además, el sedentarismo afecta negativamente al ánimo y la calidad del sueño, aspectos especialmente importantes durante los meses de invierno.
¿Por qué el sedentarismo es perjudicial?
Nuestro cuerpo está diseñado para moverse. Cuando pasamos demasiado tiempo sentados o inactivos, el metabolismo se ralentiza, lo que favorece la acumulación de grasas, aumenta la resistencia a la insulina y reduce la masa muscular. Estas situaciones están relacionadas con enfermedades crónicas que pueden reducir la calidad de vida e incluso la esperanza de vida.
Para cada edad existe una indicación y recomendación específica de ejercicio físico:
- Adultos jóvenes (20-40 años). Es un buen momento para aprovechar la energía y establecer hábitos de variada actividad física. Se recomienda una combinación de resistencia, como correr o andar rápidamente, con ejercicios de fuerza y flexibilidad.
- Adultos maduros (40-60 años). A medida que cambia el cuerpo, es crucial adaptar el ejercicio a las necesidades físicas. Actividades de bajo impacto como el yoga, el Pilates o la bicicleta pueden ayudar a mantener la fuerza y la flexibilidad sin sobrecargar las articulaciones.
- Personas mayores (a partir de 60 años). En esta etapa, la prioridad es mantener la movilidad y el equilibrio para prevenir caídas y lesiones. Caminatas diarias, ejercicios de resistencia con pesas ligeras o actividades como el taichí pueden ser muy beneficiosas para mantenerse activo de forma segura.
Estrategias para mantener la actividad a pesar del frío
Aunque el clima frío nos puede hacer más difícil mantener la actividad, existen diversas estrategias para superar esta barrera y evitar que el clima se convierta en una excusa. A continuación encontrarás consejos para seguir activo y saludable durante todo el invierno:
- Establece una rutina. Planificar un rato de ejercicio al día, ya sea por la mañana o por la tarde, ayuda a mantener la constancia.
- Opta por la actividad interior. Si el frío o la lluvia son demasiado intensos, moverse en casa es también una opción válida. Hay una gran variedad de vídeos y recursos online para hacer ejercicios desde casa.
- Aprovecha las horas de luz. Cuando el sol es más bajo, aprovecha su luz natural para salir a pasear y gozar de unos minutos de exposición solar, que ayuda a la salud mental y aporta vitamina D.
- Realiza ejercicios sencillos a lo largo del día. Levantarse cada hora para estirar las piernas, caminar mientras hablamos por teléfono o subir escaleras en lugar de utilizar el ascensor son pequeñas acciones que acumulan beneficios.
Recuerda que la constancia es clave para mantener un buen estado de salud durante todo el año y que una actividad física regular, adaptada a las necesidades de cada persona, ayuda a mejorar tanto el cuerpo como la mente. Con Assistència Sanitària y sus servicios exclusivos, como Assisport, nos darán orientación personalizada y nos pueden ayudar a planificar el tipo de ejercicio que más nos conviene.