La adolescencia abarca una perspectiva de esperanza y al mismo tiempo desafío, ya que cambia las vidas de los jóvenes y sienta las bases para su salud futura. A menudo comprendida entre los 10 y 19 años, esta etapa no es solo una transición física, sino también una oportunidad para desarrollar habilidades emocionales y sociales.
Muchos adolescentes se encuentran con el reto de la autoaceptación y la presión social. Tanto el impacto de los medios de comunicación y las redes sociales como las expectativas externas pueden afectar a la imagen corporal y la mente, aumentando el riesgo de poder sufrir trastornos de salud mental, en forma de ansiedad y/o depresión en estas edades. Como familiares y profesionales de la salud, pero también como sociedad, es importante comprender estos desafíos para ofrecer soporte adecuado.
La adolescencia también brinda oportunidades para la promoción de la salud. La exploración de actividades físicas, hábitos alimentarios saludables y la gestión de los niveles de estrés pueden contribuir al bienestar general del momento y del futuro. Invertir tiempo en el desarrollo de relaciones positivas y la adquisición de nuevas habilidades es fundamental para la construcción de una sólida base para la salud mental y emocional.
Es crucial que los adultos, sean padres y madres, familiares o amigos, creen un entorno de apoyo y comprensión. La comunicación abierta y la empatía ayudan a los adolescentes a sentirse escuchados y entendidos. Participar activamente en sus vidas, sin juicios precipitados, puede fomentar una conexión positiva y reforzar su autoestima.
Además, es esencial integrar la educación sobre la salud sexual y la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS); en este sentido, el CLIGUR de Assistència Sanitària trata estos casos como consulta especializada. Abordar este tema con información precisa y accesible puede resultar fundamental para el bienestar a largo plazo de los adolescentes. Crear un entorno en el que se pueda hablar abiertamente sobre la sexualidad contribuye a una toma de decisiones informada y responsable.
Comunicación abierta. Estimular el diálogo abierto entre padres y adolescentes crea un entorno propicio para abordar preocupaciones y compartir experiencias.
Fomentar hábitos saludables. Una dieta equilibrada, ejercicio regular y hábitos de sueño saludables son fundamentales para el desarrollo físico y mental. Assisport, el centro de medicina del deporte de Assistència Sanitària, puede ser de ayuda para asegurar la práctica segura del deporte.
Gestionar el estrés. Introducir técnicas de gestión del estrés, como la meditación o el ejercicio, puede ayudar a los adolescentes a hacer frente a las presiones cotidianas.
Assistència Sanitària dispone de recursos y niveles asistenciales diversos, adaptados a las necesidades de las personas aseguradas, que permiten abordar la salud en todas las edades, con un cuadro médico de más de 4.000 médicos de todas las especialidades y servicios exclusivos para recibir atención médica presencial, online y a domicilio (el SUD es el único servicio de atención médica domiciliaria de nuestro entorno con especialistas de pediatría).
En resumen, la adolescencia es una etapa de la vida llena de retos, pero también de posibilidades para un crecimiento integral. Con un apoyo adecuado, una comunicación abierta y una educación completa, además de la ayuda de profesionales de la salud cuando sea necesaria, los jóvenes pueden no solo superar las dificultades, sino también dar un paso de gigante adelante para asegurarse la mejor salud física y emocional.
